Datos relativos a varias regiones petrolíferas de México
Juan D.Villarello.
Este escrito es un ligero resumen del estudio que hice de las principales regiones petrolíferas de México*, comisionado por el Sr. Director del Instituto Geológico Nacional, en los años de 1902 y 1904. Una de las zonas que estudié está limitada al Este por el Golfo de México, comienza al Norte en Ciudad Victoria y Soto la Marina, para terminar al Sur en Teziutlán, del Estado de Puebla; y se extiende al Poniente: en el Estado de Tamaulipas, hasta la Sierra Madre Oriental; en el Estado de San Luis Potosí, hasta Xilitla; y de Tantoyuca para Papantla, en el Estado de Veracruz. La otra zona que estudié se halla en el Istmo de Tehuantepec, y pertenece al cantón de Minatitlán, del Estado de Veracruz.
Con objeto de hacer más clara la ligera descripción siguiente, me ocuparé por separado de cada una de estas regiones: San José de las Rusias, Aquismón-Ébano, Tantoyuca, Tuxpan, Papantla y Tehuantepec.
* La descripción y estudio con mayor detalle de las regiones petrolíferas de que me ocupo en este escrito, se encontrará en uno de los Boletines del Instituto Geológico de México. En esta región se encuentran rocas sedimentarias y también ígneas: las primeras pertenecen al Mesocretácico, al Neocretácico, al Eógeno y al Neógeno.
San José de las Rusias
La región petrolífera de San José de las Rusias está situada en el Distrito del Centro del Estado de Tamaulipas.
En esta región se encuentran tres serranías casi paralelas, con rumbo 30° Norte-Poniente, y son: al Poniente, La Sierra Madre Oriental, formada por calizas cretácicas; al Oriente, la sierrita de San José de las Rusias, formada por calizas foraminíferas; en el intermedio de las anteriores, está la Sierra de Tamaulipas, constituida en su mayor parte por basaltos, a veces micáceos; y al Sur están los cerros de Aldama y de la hacienda El Sabino, que son también basálticos. Entre la Sierra Madre y la de Tamaulipas pasa el Ferrocarril de Tampico a Monterrey; y entre la Sierra de San José y la de Tamaulipas, en una extensión de ocho km, existe un lomerío bajo formado por areniscas, arcillas y margas apizarradas, más o menos plegadas Este lomerío termina al Sur en el rancho La Guajolota, en donde comienza la zona basáltica del Sabino y Aldama.
La formación cretácica está constituida por calizas de color gris en gruesos bancos y pizarras calizas con rumbo 18° NE, y con 31° de echado al NW. Esta formación se encuentra en la Sierra Madre Oriental, la cual se extiende del Distrito de Tula, pasando por la parte poniente de los Distritos del Sur y del Centro del Estado de Tamaulipas, para el Estado de Nuevo León.
En la Sierra de San José, situada al Este de la anterior, se encuentra el Eógeno formado por calizas de foraminíferas que se extienden: al Norte, hasta las cercanías de Santa María de las Ovejas; al Oeste, para la planicie de San .José; al Este se pierden debajo del Cuaternario y formaciones recientes de la playa; y al Sur, llegan hasta los cerros basálticos del rancho La Guajolota.
Entre las sierras de San José y la de Tamaulipas, situada ésta al Poniente de la anterior, se encuentra un lomerío formado por capas de areniscas y margas con rumbo variable entre 30° NE y 30° NW y con echados de 8 a 17° al NE o al SE. Estas capas pertenecientes al Eógeno forman pliegues suaves, a veces en cruz, estando orientados los ejes de estos últimos: uno con rumbo 20° NW, y el otro EW, y con echados de 10° al NE y 12° al Sur. Estos pliegues en cruz forman bóvedas poco levantadas y de pendientes suaves.
El Neógeno se encuentra entre la Sierra de Tamaulipas y la Sierra Madre en las cercanías de Escandón. Está limitado al Norte por los basaltos que se hallan en San Francisco; y al Sur se prolonga por Tancasnequi para los Estados de San Luis Potosí y de Veracruz.
La formación ígnea está constituida por basaltos en Aldama, basaltos micáceos en Bernal, y basaltos de nephelina en Chapotito, cerca de San José de las Rusias. Estos basaltos se encuentran en el elevado y pintoresco Pico de Bernal; y después, hacia el Norte, en el cerro Placeta y sierra de Tamaulipas, extendiéndose al Poniente por San Francisco para la Sierra Madre Oriental. Por el Este ocupan los basaltos la parte comprendida entre el cerro Placeta y Sierra de Tamaulipas para la costa, faja que por el Norte llega hasta el rancho la Guajolota y por el Sur hasta la hacienda El Sabino y el pueblo de Aldama.
La región petrolífera de San .José de las Rusias se encuentra en el lomerío comprendido entre las sierras de Tamaulipas y de San José, y se extiende por el Norte para el Lobo y Chachalacas, llegando por el Sur hasta el rancho La Guajolota. En toda esta zona se hallan los siguientes manantiales de chapopote: San Rafael, El Gorrión, El Espinazo, El Salerito, El Chapotito, San José, Palo Blanco, La Azúcar, El Lobo y La Chachalaca. Varias de estas chapopoteras se encuentran en el contacto de las areniscas y margas con los basaltos, como se ve en las llamadas: El Espinazo, Palo Blanco, Chapotito y San .José.
En la región de San .losé de las Rusias sólo existe una pequeña perforación situada entre los manantiales Chapotito y San José. Esta perforación alcanzó chapopote viscoso a los cuarenta m de profundidad. Además de esta perforación existen también tajos abiertos de cuatro m en las chapopoteras llamadas Chapotito, el Salerito y San José, tajos que aumentaron la producción de chapopote viscoso que brota por las grietas de las margas, y principalmente en las cercanías de los contactos entre las partes intrusivas de los basaltos y las capas de margas, arcillas y areniscas terciarias de esa localidad.
Aquismón-Ébano
En esta región se encuentran rocas ígneas terciarias y sedimentarias cretácicas y neogénicas.
La formación mesocretácica está constituida por calizas de color gris en gruesos bancos, fosilíferas en algunos lugares, y que afloran tanto en Rancho Nuevo y el Pujal como en el Abra y la sierra de Temapache. Sobre estas calizas en gruesos bancos se encuentra la formación neocretácica, constituida por pizarras, margas y areniscas de cemento calizo poco fosilíferas. Cubriendo a las anteriores se hallan capas neogénicas constituidas por pizarras arcillosas, areniscas y margas
Las rocas ígneas son syenitas y noritas en unas partes, y basaltos y tobas basálticas en otras rocas que forman a veces pequeñas eminencias.
La formación cretácica se extiende de Xilitla y Tampachal, al Poniente de Tocomón, por Tampamocha para el Espinazo del Diablo, arriba de Micos; y del rancho el Pujal para las Tablas y el Abra. El Neocretácico se encuentra de Valles para el cañón de Tocomón; y el Neógeno se halla en las cercanías del Ébano, cubierto en gran parte por las formaciones cuaternarias y recientes de la costa del Golfo de México.
El Cretácico de esta localidad está fuertemente plegado, formando anticlinales y sinclinales muy cerrados a veces; y las capas de arenisca arcillas neogénicas del Ébano forman pliegues muy suaves, con inclinación general y ligera hacia SE, siendo el rumbo de estas capas 60° NE y su inclinación de 8° hacia el SE, En algunos lugares estas capas forman anticlinales cruzados, o sea bóvedas poco levantadas de suaves pendientes.
Las rocas ígneas están representadas: por syenitas en el cerro Peñitas, del rancho el Tulillo; por noritas que afloran en las cercanías del rancho de Ojitipa, entre Tacanhuitz y Aquismón; y por los basaltos y tobas basálticas que se encuentran en la planicie del Ébano, en los cerros llamados la Pez, los Pedernales, la Tortuga y Corcovado.
Las manifestaciones superficiales del petróleo del subsuelo se encuentran en esta región en los siguientes lugares: En el cañón de Tocomón, en la margen izquierda del río Tanute, brota el chapopote por las grietas de las pizarras; y en este lugar hay una perforación de 138 m de profundidad, perforación por la cual sale pequeña cantidad de chapopote fluido. En el cañón anterior y arriba de Tanchanaco, en el lugar llamado Pubiche, las calizas están en algunas partes impregnadas por petróleo, el que oxidado y transformado en chapopote duro rellena las grietas de las calizas, quedando sin alteración en el interior de la roca, o sea en las partes a las cuales el aire no ha podido penetrar. En el mismo cañón de Tocomón y desde El Tamarindo para La Garita y Santa Cruz, se encuentran pequeñas cantidades de petróleo engrasando la superficie del agua en los arroyos de esa localidad. En el río Moctezuma, por Tampamolón y Tanquián, existen también chapopoteras con chapopote viscoso. En los alrededores del Ébano, y sobre todo en las cercanías de las pequeñas elevaciones basálticas, se encuentra un gran número de manantiales de chapopote viscoso. La extensión superficial de estos escurrimientos de chapopote es generalmente pequeña, así como la producción de las referidas chapopoteras. Al Este del Ébano y a dos km de la Estación Chijol, que se encuentra en el Ferrocarril de San Luis a Tampico, existen otras chapopoteras semejantes a las del Ébano, y una pequeña lagunita que al vaciarla produce aproximadamente 480 toneladas de chapopote, pero tarda sobre seis meses para volverse a llenar. En las márgenes del río Pánuco, por Tampalache y El Álamo, existen también chapopoteras.
La zona petrolífera de Aquismón se extiende probablemente desde el Tamarindo por Aquismón para Tanute, Tanchanaco y Tres Arroyos. La región petrolífera del Ebano, con interrupciones, se extiende probablemente: de los alrededores de este lugar para Chijol: por Tancasnequi entra para el Estado de Tamaulipas, y por Tampalache se prolonga para Ozuluama y Tantoyuca.
En El Ébano existían en 1902 sólo cuatro pozos con las siguientes profundidades: 300, 908, 500 y 300 m**, perforaciones que cortaron una serie de capas de areniscas y margas, y encontraron chapopote viscoso a dos niveles: el superior a 20 m de profundidad, y el inferior a 130 m. A los 908 m se cortó en el pozo número 2 una capa de arenisca con muy pequeña cantidad de chapopote, sin haber encontrado agua ni a esta profundidad.
** Estas profundidades son, por su orden, las de los pozos números 1, 2, 3 y 4.
El chapopote se extraía de los pozos anteriores por medio de bombas y la producción fue muy pequeña.
En el cerrito basáltico llamado La Pez escurre el chapopote por las grietas de la roca, y en las cercanías de este cerrito se encuentran varias chapopoteras que han formado escurrimientos superficiales algo extensos. En este lugar se abrieron después de mi visita varios pozos, los cuales han producido chapopote fluido, de base asfáltica, y que se está usando con éxito como combustible líquido.
Como se ve, en esta región no se encuentran manifestaciones superficiales del petróleo del subsuelo: en las calizas mesocretácicas de Pubiche, en el Neocretácico de Tocomón, y en el Neógeno del Ebano.
Las areniscas y margas del Ébano están bastante agrietadas, lo cual ha permitido que el chapopote brote por muchos lugares formando pequeños escurrimientos. En esta zona agrietada, y en las cercanías de las chapopoteras es en donde se han localizado las perforaciones exploradoras; y los pozos han encontrado a la profundidad chapopote semejante por su composición y propiedades físicas al que naturalmente escurre por las chapopoteras, aunque en los últimos pozos abierto el encontrado es menos viscoso.
Los primeros pozos abiertos en la región del Ébano son los que se encuentran a un km de distancia hacia el Sur de la Estación Ébano; y estos pozos sólo demostraron la existencia de dos niveles de chapopote, aunque interrumpidos, y situados a los 20 y a los 130 m de profundidad como dije antes. Como el chapopote encontrado en estos pozos no brotó, y como las bombas no funcionaban debidamente por ser muy viscoso ese chapopote, producción fue pequeña como dije ya. En cambio, algunos de los pozos abiertos cerca del cerrito de la Pez han sido brotantes temporalmente, y su producción ha sido regular.
Tantoyuca
En este cantón del Estado de Veracruz, así como en el de Ozuluama del mismo Estado, se encuentran calizas amarillentas cubiertas en gran extensión por capas de arenisca, y arcillas margosas azuladas, con rumbo variable entre 20° NW hasta 30° NE, y con echado al Este variable entre 10 y 14°. Estas últimas capas pertenecientes al Neógeno están en lugares ligeramente plegadas. Los basaltos se encuentran en los cerros llamados: Tortuga, Corcovado, Topila y Maguaves del Cantón Uzuluama, así como, en la Sierra de Tantima, situada al Este de Tantoyuca.
Con excepción de la región cercana del cerro de La Pez en el Ébano, son insignificantes las manifestaciones petrolíferos en Ozuluama, así como en la región de Tantoyuca, pues son muy pocas las chapopoteras que por ahí existen, y su producción es muy pequeña.
Entre las chapopoteras que existen en esta región citaré a las siguientes, En Ozuluama: la de la laguna llamada Chila, cercana de los cerros llamados Tortuga y Corcovado; La Tampalache, Chapopotito y el Álamo, cerca de Pánuco; y la de Bejuco cerca de Ozuluama. En Tantoyuca: la de Comales, cerca de Pecero; la de la Condesa, cerca y al SE de Tantoyuca y la de la loma Tambacán, en terrenos de Tamelul en donde se encuentra una perforación conocida con el nombre de “Ojo de Brea” y cual no dio resultado comercialmente hablando.
En el Cantón de Tantoyuca, en los ríos Tempoal, Capadero y y San Juan, se encuentra la grahamita rellenando grietas angostas e irregulares. Las principales localidades en que se encuentra el mineral anterior, son: El Cristo, El Aguacate, Los Venados, San Juan y Tancanzahuela.
Tuxpan
El Cantón de Tuxpan del Estado de Veracruz es una región petrolífera bastante interesante.
La Sierra de San Juan o de Tantima separa la región petrolífera que se extiende al Poniente y Norte-Poniente, por Tantoyuca y Temporal para Pánuco, de la región de Tuxpan que se prolonga al Norte-Oriente, al Este y al Sur de la referida sierra: por San Jerónimo, San Sebastián y Rancho Nuevo; y por Tepezintla, Temapache y Hacienda Chapopote, para Tumbadero y Tuxpan. Al Sureste de la sierra de Tantima se encuentra la sierrita que se extiende del Zapotal y Cuitlaloco para Temapache, y entre estas dos sierras está el lomerío que baja de Tepezintla y Cerro Viejo para la hacienda Chapopote. De la Sierrita de Cuitlalaco para la Laguna Tamiahua se extiende una planicie, desde San Sebastián y Rancho Nuevo por Tangüijo, para la hacienda de la Asunción y Tuxpan, planicie que está limitada al Este por las lagunas de Tamiahua y Tampamachoco.
Casi toda esta región está formada por calizas fosilíferas de color amarillo, en gruesos bancos casi horizontales, y que están cubiertos en muchas partes por arcillas y margas apizarradas de color gris azulado, con rumbo 30° N. W., ligeramente inclinadas hacia el SE. Esta formación perteneciente al Neógeno está limitada por los basaltos que constituyen la Sierra de Tantima, y los cerros llamados Chapopote y la Laja al Norte de Tepezintla.
Las chapopoteras en la región de Tuxpan se encuentran: tanto en la Sierrita de Cuitlaloco, en Solís y Tierras amarillas, como en el lomerío situado entre esta sierrita y la Sierra de Tantima, desde el Norte de Tepezintla, por Cerro Viejo y Hacienda Chapopote hasta los ranchos del Tumbadero y Jacuval. Además, en la planicie situada al Este de la sienita de Cuitlaloco se encuentran: las chapopoteras de San Marcos, Tangüijo, San Sebastián, y las del lugar llamado Chapopotito de los Martínez a la orilla de la laguna Tampamochoco.
En las faldas del cerro basáltico llamado Chapopote, a cuatro km al NE de Tepezintla, existen tres manantiales de chapopote viscoso, el que junto con agua fría brota por algunas grietas del basalto, y ha formado grandes escurrimientos en las mencionadas faldas En la base de este cerro, así como en el lugar llamado los Cerritos existen también manantiales pequeños de Chapopote viscoso.
En Cerro Azul y Juan Felipe, al Este de Tepezintla, se encuentran las chapopoteras más notables y más interesantes de toda esta región. Este chapopote acompañado de agua sulfurosa y gases combustibles, brota por las grietas de las margas, y escurre por la superficie del terreno cubriendo grandes extensiones. En este lugar se está haciendo la explotación del chapopote extendido en la superficie del suelo y hasta ahora no se han hecho perforaciones.
En la falda poniente del cerro llamado Solís o Pelón, así como en Tierras Amarillas, al SE de Juan Felipe, brota el chapopote líquido por grietas de las arcillas y margas, y escurre por los arroyos, o llena las depresiones del terreno formando pequeñas lagunas.
En la falda Norte-Oriente del cerro llamado Chapopotal, en Cerro Viejo y en la Hacienda Chapopote, existen manantiales de chapopote líquido en las grietas de las pizarras y margas azules, que en capas casi horizontales se hallan descubiertas en la margen izquierda del arroyo Buenavista, cercano al rancho de la Laja. En estos dos lugares se han hecho perforaciones, las cuales han encontrados chapopote líquido a los 100 o 150 m de profundidad, pero no ha sido mucha la producción de estas perforaciones.
En los ranchos Tumbadero, Chapopotillo de los Martínez, Jacubal, San Marcos, San Sebastián, Tangüijo y San Jerónimo, existen también chapopoteras, aunque son de pequeñas dimensiones.
Las principales chapopoteras de la región petrolífera de Tuxpan están situadas en una línea mixta que figura un número 5 invertido. La parte semicircular, que se dirige del Poniente hacia el Este, está formada por las chapopoteras llamadas: Cerro Chapopote en Tepezintla, Cerritos, Cerro Azul, Juan Felipe, Cerro Solís, Tierras Amarillas y Cerro Chapopotal; después siguen en línea recta para el Sur, las de Cerro Viejo y hacienda Chapopote; y forman la última línea recta, dirigida hacia el Este, las de Tumbadero y Jacubal, juntas con las de Chapopotito de los Martínez.
Como se ve, la región petrolífera de Tuxpan es bastante extensa, son muchos los manantiales de chapopote líquido que se encuentran en ella, y estos chapopotes salen acompañados de aguas sulfurosas frías y de gases combustibles. En los lugares en que se han hecho perforaciones se ha encontrado el chapopote líquido a poca profundidad, son por lo general muy extensos los escurrimientos de chapopote en la superficie del terreno, y por lo tanto la producción es regular. La región está muy poco explorada, el terreno por lo general está muy agrietado, y en estas grietas se encuentran los manantiales de chapopote. Por último, el chapopote de esta región es muy escaso en aceites iluminantes, pero se le puede emplear entre otras cosas como combustible líquido.
Papantla
El Cantón de Papantla del Estado de Veracruz, en su parte occidental, es también una región petrolífera importante, sobre todo en las cercanías del lugar llamado Cubas, y más conocido ahora con el nombre de Furbero.
Toda la parte occidental de esta región está formada por calizas fosilíferas de color amarillo, que en gruesos bancos afloran en las cercanías de Papantla, Coatzintla y otros lugares. Estas calizas están cubiertas en grandes extensiones por areniscas y por margas de color gris azulado. Esta formación perteneciente al Neógeno se extiende por Cubas, Entabladero, Sabaneta, Ojite, Naranjos y el Espinal; y se prolonga hacia el Sur-Poniente hasta apoyarse en las calizas cretácicas que se prolongan para el Estado de Puebla. Las areniscas y margas antes mencionadas tienen rumbo variable entre 40° NW y 45° NW con echados al Sureste de 7 a 10°, o de 20 a 32° al Norte-Oriente. En varios lugares están plegadas las capas anteriores.
En las cercanías de Sabaneta, en el cerro llamado de la Lumbre, las areniscas y margas forman un anticlinal con rumbo 45° NW. Las capas más cercanas al eje de este anticlinal tienen 32° de echado, inclinación que va disminuyendo poco a poco en las capas más lejanas del eje, pasando por 38°, 15°, 9° y 4°, como se ve en la margen derecha del río Chumatlán. El basalto aflora en poca extensión en la cima del cerro mencionado.
Las principales manifestaciones superficiales del petróleo del subsuelo se encuentran en esta región en los siguientes lugares: De Cubas o Furbero hacia el Poniente para Coyutla; al Norte por la hacienda Palma Sola; y al Sur hacia Taladilla.
En Cubas, en las faldas oriente y poniente del cerro llamado la Mina, se encuentran manantiales de chapopote líquido, y tres pozos verticales de sección cuadrada de un metro por lado, completamente llenos de chapopote líquido. Últimamente se han perforado en las cercanías de este cerro cuatro pozos, de los cuales el segundo, con una profundidad de 423 m, está produciendo diariamente regular cantidad de chapopote.
Al Sur de Cubas, en las cercanías del Cerro de la Lumbre, así como en Ojite, Santa Emilia, Comalteco y Santa Domitila, entre Sabaneta y el Espinal, se han perforado veintitrés pozos sin éxito comercial
En los arroyo Coapechapa y Caliche, así como en terrenos de Tamaya, y en las cercanías del Paso de los Armadillos y hacienda San Pedro Miradores, existen pequeñas chapopoteras, con chapopote viscoso en pequeña cantidad.
En Ojite, pero sobre todo en las cercanías del Espinal, a la margen izquierda del Río Tecolutla, así como en el Cantón de Misantla del Estado de Veracruz, se encuentran grietas muy angostas e irregulares abiertas en las, margas, y estas grietas están rellenas de grahamita.
De la región de Papantla, los alrededores de Cubas parecen ser los mejores lugares para las exploraciones petrolíferas, y la calidad del chapopote de esa región es como la del de Tuxpan, es decir, mucho menos denso que el de la región del Ébano.
Istmo de Tehuantepec.—Lasrocas que afloran en el Istmo de Tehuantepec son sedimentarias en su mayor parte. Hacia el Norte las rocas son sedimentarias terciarias; en el Centro y Sur son cretácicas; y arcaicas son en las cercanías de Tehuantepec.
La formación cuaternaria está formada por capas horizontales de arcilla, arena y grava, las cuales cubren en estratificación discordante al Terciario de la localidad, siendo pequeño el espesor de las capas cuaternarias.
El Terciario está formado por capas de margas de color gris o de gris azulado, plásticas o duras, a veces apizarradas; y entre las cuales se hallan capas de arena suelta, o de arenisca a veces calcárea, y otras veces silisoza y dura. Las margas grises son fosilíferas, y pertenecen al Neógeno, es decir, al Mioceno y Plioceno.
El Neógeno anterior se extiende desde el Sur de Coatzacoalcos por Chinameca, Sayula, San Cristóbal y Santa Lucrecia, hasta el km 164½ del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec. En el km antes mencionado aparece el Mesocretácico formado por caliza de Rudistas, y en estratificación discordante con las capas terciarias. En las cercanías de Tehuantepec aflora el Arcaico, constituido por gneiss amphibólico y leptynita intercalada. Por último, en Salina Cruz se encuentran las granulitas de la costa del Pacífico en esa región .
El Neógeno marino del Istmo de Tehuantepec se halla ligeramente plegado, formando un anticlinal, asimétrico, muy abierto, descopetado por la erosión, y cuyo eje tiene un rumbo variable entre 75 y 80° N. W. cerca de Sayula. Este rumbo sufre una pequeña variación al Poniente de San Cristóbal, y en este último lugar es E. W. El eje de este anticlinal pasa un poco al Norte de Sayula, por las cercanías de Cuapiloloya, entre la Estación de Ojapa, y el km 70 del Ferrocarril de Tehuantepec, y un poco al Sur de San Cristóbal. El flanco norte de este anticlinal desciende con pendiente de 35° primero, inclinación que va disminuyendo después a 20°, 15° y 13°. El flanco sur del mismo anticlinal desciende primero con pendiente de 50°, inclinación que después es de 30°, 20° y 8°, hasta llegar a ser las capas horizontales en Santa Lucrecia, o sea en el km 127 del Ferrocarril Nacional de Tehuantepec.
El anticlinal anterior comienza a levantarse suavemente al Sur de Coatzacoalcos, se eleva con mayor pendiente por Cocuite, y llega a su cresta cerca de San Cristóbal. Después desciende con fuerte pendiente hacia el Sur por el km 70, el echado disminuye notablemente del km 70 al 124, y y las capas llegan a ser horizontales hasta Santa Lucrecia, siendo la distancia entre este lugar y Coatzacoalcos de 70 km aproximadamente.
Además del anticlinal ya descrito y que llamaré anticlinal San Cristóbal, las capas margosas terciarias forman otro anticlinal, asimétrico y muy cerrado, al Sur de Santa Lucrecia y muy cerca de la Estación Cárdenas. De esta Estación hacia el Sur continúan las capas de marga con suaves ondulaciones, hasta apoyarse sobre las calizas mesocretácicas que afloran en el km 164½.
La formación cretácica está muy plegada, siendo variable entre 45 y 80° N. W el rumbo de las calizas y areniscas que la constituyen.
Las capas terciarias están agrietadas en varias direcciones, tanto en las cercanías del eje del anticlinal San Cristóbal, como al pie o terminación del mismo anticlinal. En las cercanías de Sayula se observan grietas de rumbo 24° N. E. con echado de 82° al S. E.; y en el km 124 existen grietas casi verticales, cuyo rumbo varía entre 36° NE y 58° NW.
Las manifestaciones superficiales del petróleo del subsuelo en el Istmo de Tehuantepec se encuentran solamente en el Neógeno de la localidad, en los flancos del anticlinal San Cristóbal y se extienden al Norte, hasta el rancho Chapopote; al Sur hasta Medias Aguas y río Naranjo; al Poniente hasta Sayula; y al Este por San Cristóbal para la isla Xhucuapa.
En la ribera derecha de la laguna las Salinas, en terrenos de Otapa, esta el lugar llamado Chapo, y en éste existe un manantial de chapopote viscoso con producción nula en la actualidad. El escurrimiento en otros tiempos fue sin duda insignificante, como lo demuestra la pequeña superficie que ocupa el chapopote derramado, superficie circular que tiene treinta m de diámetro aproximadamente.
En Chapo se halla un cerrito de poca muy poca elevación formado por caliza cristalina en grandes bloques, y en algunas de las grietas de esta caliza hay chapopote muy viscoso, a veces duro, y siempre en pequeñas cantidades.
Dos km al Sur-Este del rancho San Cristóbal hay un manantial de chapopote fluido y de producción insignificante; pero que ha impregnado el terreno en una superficie circular de 20 m de diámetro, dentro de la cual el chapopote fluido llena oquedades de poca profundidad. Esta chapopotera es la más interesante en esa región, y se encuentra casia al Este de la de Chapo ya mencionada.
Al Norte del pueblo llamado Jáltipan y a unos seis km distantes de él, se encuentra el lugar conocido con el nombre de Potrerillos de Buenavista. En este lugar, y cerca del arroyo del Salitre, hay varios pero muy pequeños manantiales de chapopote viscoso.
Existen otras chapopoteras en los siguientes lugares: Cuapiloloya, rancho Chapopote, Medias Aguas, río Naranjo, Ixhuatlán, la Laja y Baño de Tigres.
Las manifestaciones petrolíferas superficiales antes mencionadas, se pueden agrupar de la siguiente manera. En las cercanías y casi sobre el eje del anticlinal San Cristóbal están de Poniente a Oriente las que siguen: primero, la de Cuapiloloya; luego la de Chapo, que es un poco más importante; en seguida la de San Cristóbal, mucho más importante; y por último las de la Laja y el Tigre. En el flanco Norte del mismo anticlinal están las de Chapopote e Ixhuatlán, colocadas estas dos en una línea casi paralela al eje del referido anticlinal; y las de Potrerillos de Buenavista cerca de Jáltipan. En el flanco sur del mismo anticlinal, y en una línea casi paralela al eje de este último, se hallan las chapopoteras del Naranjo y Medias Aguas.
Las perforaciones que se hallan en esta región han sido ejecutadas por cuenta de la casa S. Pearson & Son Ltd., y están abiertas: en Chapo, cerca de San Cristóbal; en Potrerillos, cerca de Jáltipan; y últimamente se han abierto varias al S. E. del rancho San Cristóbal, a dos km de distancia de este último.
Las perforaciones anteriores han cortado capas de margas, de caliza gris o amarillenta de grano fino, areniscas y capas delgadas de arena a veces con un poco de yeso y azufre; y a distintas profundidades se ha encontrado chapopote viscoso o fluido. En Jáltipan cortó un pozo a una capa de sal marina.
La producción de chapopote en los pozos anteriores ha sido pequeña, y sólo algún pozo en San Cristóbal produce ahora sobre cuarenta barriles de chapopote. Este último contiene pequeña cantidad de aceites iluminantes, aceite lubricante de mediana calidad, es de base asfáltica, y se emplea con éxito como combustible liquido.
Entre las principales conclusiones a las cuales llegué por el estudio de las regiones petrolíferas antes mencionadas, citaré las siguientes;
El chapopote de la costa del Golfo de México en las regiones antes mencionadas, parece ser un producto de descomposición lenta de la materia animal proporcionada por una fauna marina neocretácica y eogénica principalmente.
Los receptáculos petrolíferos subterráneos cortados hasta ahora por las perforaciones no parecen ser primarios sino secundarios, es decir, que el chapopote no se formó en las capas cortadas, sino que se acumuló en ellas el petróleo ya resinificado, que caminó por grietas desde los receptáculos primarios, hasta encontrar lugares apropiados para su acumulación. Estos lugares fueron principalmente: los tramos porosos de las rocas, los espacios vacíos existentes entre las caras de separación de los estratos, y también las grietas por las cuales emigró el petróleo y se resinificó.
Por los datos obtenidos con las perforaciones puede decirse: que en las regiones estudiadas los receptáculos petrolíferos secundarios tienen la forma de vetillas, de venas, y de lentes relativamente de pequeñas dimensiones por lo general; y que estas lentes están diseminadas en una gran extensión de terreno, y se hallan también muy diseminadas a la profundidad.
La estructura monoclinal del terreno en algunas de las regiones estudiadas, y en otras la forma inconveniente de los anticlinales, su muy poca inclinación en los flancos y su mucha pendiente en las cercanías de las crestas, no fueron favorables para la emigración fácil del chapopote por las caras de separación de los estratos, ni para su acumulación en grandes receptáculos petrolíferos de origen secundario.
Las zonas de contacto entre las rocas sedimentarias y las partes intrusivas de los basaltos en las regiones descritas, compensaron en parte la desfavorable estructura monoclinal, facilitaron la emigración del chapopote de la profundidad hacia la superficie del terreno, y permitieron la acumulación del chapopote en receptáculos directamente comunicados con las referidas zonas contacto.
Es imposible hasta ahora fijar desde la superficie del terreno la posición que ocupan en el subsuelo las lentes petrolíferas antes mencionadas; y por lo tanto, sólo una plausible casualidad podrá motivar el éxito comercial de alguna o algunas perforaciones en las zonas petrolíferas ya descritas ligeramente. En todas estas regiones existe sin duda chapopote en el subsuelo; pero está tan diseminada esta sustancia, que no pueden darse reglas precisas para trazar perforaciones que con seguridad alcancen el éxito comercial.
La producción de los pozos, aun de los que se encuentren muy cercanos entre sí será diferente; y también será muy variable el tiempo que dure su producción.
Los pozos relativamente más productivos serán por lo general, losque se hallen en las cercanías de las chapopoteras situadas en las zonas de contacto entre las rocas sedimentarias y las partes intrusivas de los basaltos mencionados.
Cuando existan chapopoteras en el afloramiento de las zonas de contacto indicadas en el párrafo anterior, creo que cerca de ellas deben abrirse las primeras perforaciones exploradoras, las cuales cuentan con probabilidades de éxito comercial, y son ellas las que en poco tiempo relativamente pueden proporcionar datos muy interesantes para poder juzgar con fundamento, acerca del valor comercial de la región petrolífera que se estudia y explora. Los hidrocarburos líquidos que más comúnmente se obtendrán al abrir perforaciones en las zonas petrolíferas de los Estados de Tamaulipas, San Luis Potosí y Veracruz, serán bastante densos, escasos en aceites iluminantes, de color negro y de base asfáltica.
La exploración de las regiones petrolíferas de México apenas está comenzando, y esta exploración es la única que puede proporcionar datos suficientemente exactos para emitir, más adelante, opiniones mejor fundadas acerca del valor comercial de las referidas regiones petrolíferas.
Teniendo en cuenta todo lo anterior creo que: deben ser exploradas las regiones descritas en este estudio; pero esas exploraciones deberán hacerse con criterio científico, con método, y con mucha precaución, para evitar hasta donde sea posible los fracasos, y la pérdida completa de los cuantiosos capitales que es necesario invertir en esta clase de exploraciones.