Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana

Volumen 74, núm. 3, P021122, 2022

http://dx.doi.org/10.18268/BSGM2022v74n3p021122

 

 

Special issue / Número especial

PREFACE / PREFACIO

 

Paleosols and ancient societies: from early humans to the industrial revolution

 

Paleosoles y sociedades antiguas: desde los primeros humanos hasta la revolución industrial

 

Georgina Ibarra-Arzave1, Elizabeth Solleiro-Rebolledo2, Maria Bronnikova3,4

 

1 Ecosystem and Sustainability Research Institute, National Autonomous University of Mexico, Antigua Carretera a Pátzcuaro 8701, 58190, Morelia, Michoacán, Mexico.

2 Institute of Geology, National Autonomous University of Mexico, Av. Universidad no. 3000, 04510, Coyoacán, CDMX, Mexico.

3 Institute of Geography, Russian Academy of Sciences, Staromonetnyy Pereulok 29, 119017, Moscow, Russia.

4 New Mexico State University, 1536 Standley Drive, Las Cruces, NM 88001, USA.

* Corresponding author: (G. Ibarra-Arzave) This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

 

Cómo citar este prefacio:

Ibarra-Arzave, G., Solleiro-Rebolledo, E., Bronnikova, M., 2022, Paleosols and ancient societies: from early humans to the industrial revolution: Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, 74 (3), P021122. http://dx.doi.org/10.18268/BSGM2022v74n3p021122

 

PREFACIO

La paleopedología, el estudio de los suelos desarrollado en paisajes antiguos (Yaalon, 1971), nació en Rusia gracias a los esfuerzos de Boris B. Polynov (1927), pero considerando el trabajo anterior realizado por Vasilli V. Dokuchaev en 1883 (Dokuchaev, 1967) y posteriormente con el apoyo de Constantin C. Nikiforoff (1943). La Comisión de Paleopedología fue establecida en 1965, en Denver, EE. UU., por Dan Yaalon y Hans van Baren (Retallack, 2013) durante el 7° Congreso de la Asociación Internacional para la Investigación del Cuaternario (INQUA) y posteriormente, en 1968, se afilió a la Comisión a la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS). Después de la conferencia de Denver, la Comisión publicó un volumen con trabajos de investigación enfocados en el reconocimiento y clasificación de paleosuelos, métodos de datación y estratigrafía de suelos (Yaalon, 1971). Este volumen fue el comienzo de una extensa serie de publicaciones de la Comisión en diferentes números especiales de medios científicos internacionales y nacionales. Dos de estas colecciones fueron publicadas en revistas geológicas mexicanas de acceso abierto: Revista Mexicana de Ciencias Geológicas v. 20 no. 3 (2003) y v. 21 n. 1 (2004), y Boletín de la Sociedad Geológica Mexicana, v. 64 no. 1 y 64 núm. 2 (2012). El número actual es una continuación de esta serie.

Hay dos conceptos necesarios para comprender los paleosuelos. El primero es el uso del principio uniformitario, que sugiere que los procesos geológicos del pasado son similares a los que actúan hoy en la superficie de la Tierra. En otras palabras, la base de la geografía moderna del suelo y la génesis del suelo se utilizan como análogas directas para reconstruir entornos y paisajes antiguos. Este enfoque es más preciso cuando se aplica a los paleosuelos cuaternarios y más limitado a los paleosuelos precámbricos o paleozoicos, ya que las condiciones ambientales en las que se formaron son bastante diferentes de las modernas (Retallack, 2001). El segundo concepto es “memoria del suelo” (Targulian y Goriachkin, 2004), relacionado con un conjunto de propiedades que pueden recordar condiciones ambientales antiguas. Estas propiedades son el resultado de procesos pedogenéticos y factores de formación del suelo y son resistentes al tiempo a los cambios ambientales y permanecen estables durante períodos prolongados (Targulian y Goriachkin, 2004).

En los últimos años, la paleopedología ha ampliado sus aplicaciones para reconstruir climas pasados, establecer variaciones en la composición atmosférica, rastrear la evolución de los ecosistemas e identificar cambios geomorfológicos (e.g., Cerling, 1991; Retallack, 1998, 2009; Goudi, 1990; Klinge et al. ., 2022). También se han realizado algunos esfuerzos para desarrollar modelos para cuantificar las tendencias pedogenéticas asociadas con el cambio ambiental (p. ej., Yaalon, 1975; Sheldon y Tabor, 2009). Una aplicación esencial de la paleopedología se ha dedicado a la resolución de problemas arqueológicos, ya que los suelos pueden considerarse depósitos de actividades humanas: agricultura, silvicultura, material para la construcción o producción de cerámica, entre otras (Holliday, 2009; Costa et al., 2021; Yalçın et al. al., 2021).

El impacto de las actividades antrópicas del pasado ha quedado grabado en la memoria del suelo a través del tiempo: desde los primeros grupos de cazadores y recolectores hasta las sociedades industriales. Sin embargo, la relación entre el ser humano y su entorno (y viceversa) es compleja y exige la aplicación de diferentes metodologías y el estudio de enfoques in-site y off-site (Butzer, 2008), que integra la información directamente recuperada en los yacimientos arqueológicos. excavación y la de los alrededores. En este sentido, la investigación paleosol-arqueológica tiene una interpretación más sólida.

En junio de 2021, la Comisión de Paleopedología del IUSS, el Grupo de Trabajo de Paleopedología del INQUA y el Instituto de Geología de la UNAM organizaron un encuentro online de tres días con sesiones científicas. Los temas de la reunión se relacionaron con el vínculo entre los paleosuelos, la historia de las interacciones humanas y el medio ambiente. Este número especial fue lanzado como resultado de esta reunión. Los artículos incluidos aquí tienen como objetivo mejorar nuestra comprensión de los materiales utilizados para las construcciones antiguas y también las interacciones humanas pasadas con el medio ambiente.