La Formación Carbonera y sus implicaciones tectónicas, estados de Coahuila y Nuevo León

http://dx.doi.org/10.18268/BSGM1989v50n1a1

Samuel Eguiluz de Antuñano*

• PEMEX. Exploración Z. NE.

 

Resumen

En las montanas situadas en el área Norte de la Curvatura de Monterrey, ubicada entre las ciudades de Monterrey. N.L. y Saltillo Coah., aflora una secuencia de areniscas que sirvió de base para postular la existencia de un antiguo continente, de edad jurásica al que se le llamó península de Coahuila. En estudios recientes se ha encontrado que la parte superior de esas areniscas posee amonitas del Neocomense, pero a toda la secuencia se le ha incluido dentro de la Formación La Casita. En este trabajo se indican los fundamentos litológicos para separar a esas areniscas en dos unidades, la inferior de la Formación La Casita y la superior a la que se correlaciona con la Formación Carbonera. Se propone utilizar el nombre de Formación Carbonera para designar a toda la secuencia siliciclástica del Neocomense depositada en diferentes ambientes ubicados en el borde austral de la paleoisla de Coahuila, que sobreyacen a las formaciones La Casita ó Taraises y subyacen a las formaciones La Virgen o Cupido. Sus características líticas propias la individualizan de las formaciones San Marcos, Las Vigas y Barril Viejo, con las que aproximadamente se correlaciona en edad.

Varias columnas estratigráficas medidas en el campo, permiten reconstruir la distribución de litofacies de la Formación Carbonera en la Curvatura de Monterrey. La correlación regional de columnas estratigráficas del Neocomense en las cuencas del norte de México, sugiere que existieron eventos sedimentarios sincrónicos, que se correlacionan con cambios eustáticos globales. La presencia de estas facies clástica Neocomense en la Curvatura de Monterrey, establece una diferencia estratigráfica clara, con implicaciones estructurales, para separar a los anticlinorios de Arteaga y de Parras.

Entre Monterrey, N.L. y Saltillo, Coah., la Sierra Madre Oriental forma una curvatura que ha dado origen a diversas interpretaciones, la información geofísica y geológica integrada, encuentra continuidad gravimétrica y estructural entre los buzamientos de los anticlinales de los Muertos, San Lucas y Arteaga, al oriente, con la extensión de estos pliegues abiertos en el Grupo Difunta, al poniente. La deformación en el área de estudio es una transición entre el estilo tectónico de la Cuenca de Sabinas, al norte y las grandes aloctonías de los sectores transversal de Parras y San Pedro del Gallo al sur y poniente, documentados con anterioridad.

Las configuraciones de basamento magnético, gravimetría regional, sismología y los pozos perforados en la región, apoyan la idea expresada por otros autores de considerar que la terminación sureste del bloque de Coahuila, influyó en la paleogeografía formando parte de un portal de comunicación marina jurásica, entre la Cuenca del Centro de México y las cuencas del oriente.